Carabainos y juliaqueños suman un punto y esperan partidos de la segunda fecha para el fin de semana.
Con una brillante performance para el club deportivo Diablos Rojos se inició el partido inaugural de la Gran Final de la Copa Perú en la región Puno, sin embargo, su destacada participación se diluiría en el transcurso del cotejo emparejando en el resultado con el SIEN Carabaya.
Como de costumbre, lamentablemente, como muchos de los últimos encuentros deportivo, éste no se libró de sucesos que empañan los compromisos. En esta ocasión, el partido jugado ayer ente el elenco carabaino y plantel rojo, inició con 40 minutos de retraso por la dudosa titularidad de algunos jugadores del SIEN Carabaya.
A los dos minutos y medio de la etapa inicial del compromiso, Miguel Ángel Reyes abriría el marcador a favor del cuadro colorado, mostrando en un primer momento el dominio en el terreno de juego, encendiendo los ánimos de la fanaticada juliaqueña ávida de triunfos locales.
Con cerca de 3 mil espectadores reposados en las tribunas del estadio Guillermo Briceño Rosamedina, la presencia contundente de contingentes policiales cada vez se hace indispensable frente a los últimos sucesos violentos que se protagonizaron en el recinto juliaqueño.
Con el rápido destaque de la escuadra juliaqueña, la oncena visitante se puso las pilas y presionó el ataque hacia sus adversarios cuando y al minuto 34 del primer tiempo, Wilbert “Cachay” Ramírez anotaría el gol de descuento, emparejando el marcador con Diablos Rojos.
La etapa complementaria del compromiso se tornaría algo aburrida, mostrándose poco atractiva a diferencia del primer tiempo, donde ambos elencos evidenciaron el descenso de su nivel de fútbol. Los espectadores no guardaron calificativos al expresar su malestar.
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